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miércoles, 7 de agosto de 2013

Poesía medieval en España
La poesía medieval en España se vehiculizó a través de todas las lenguas romances que fueron surgiendo a partir del tronco común latino: castellano, gallego-portugués y catalán.
Todas fueron utilizadas por los poetas como vehículo de sus sentimientos. Junto a los cristianos hay que mencionar a los árabes y hebreos.
El primer poeta de nombre conocido y el mejor representante del mester de clerecía (la poesía culta, en contraposición al mester de juglaría} es Gonzalo de Berceo (1180-1246), quien quería hacer una prosa en lengua vulgar, inteligible, la que, humilde, creía que bien valdría "un vaso de bon vino". Como más tarde las de Alfonso X, sus.obras (Los miraclos de Nuestra Señora y las vidas de santos) transpiran fervor religioso. La lengua castellana estaba ya madura literariamente.
La exaltación de la Virgen es uno de los temas más frecuentes de la poesía medieval en EspañaGalicia y Portugal daban igualmente hermosos frutos, muchos recogidos en los Cancioneiros (Ajuda, Vaticano, Lisboa). Poetas notables fueron Mendiño, Martín Codax, Don Diniz y Payo Gómez Chariño.
Pero la figura más alta de la lírica galaicoportuguesa es el rey don Alfonso X el Sabio. (1221-1284). Su Libro de las Cantigas de Santa María es el mayor monumento de la literatura gallega medieval. Comprende 420 canciones en las que el autor relata milagros de la Virgen a la que ensalza fervorosamente. Su intención la expresa así

E o que quero e dizer loor/da Virgen, Madre de nostro Sennor, "la mejor cosa que Él hizo".

La lengua catalana se independizaba del provenzal gracias a la labor de Ramón Llull (1235-1315), quien empezó siendo trovador. Luego se entregó a la conversión de los infieles (Lo monestir de Miramar/fiu a frares menors donar/per sarraïns a preïcar: "El monasterio de Miramar/a los frailes menores hice dar/para a los sarracenos predicar.") Por supuesto que junto a esta figura excelsa había otras como Cerverí de Girona, etc., más dentro de lo provenzal, de lo trovadoresco.
Ya en el siglo XIV surge una gran figura de la poesía castellana, Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Su obra, Libro de Buen Amor, redactada por primera vez en 1330 -hay otra redacción posterior- es una de las cimas de la literatura medieval española. Es heterogénea en cuanto a los elementos que la componen, llena de humorismo, satírica, realista, vivaz y de aire popular. El autor pretendía alegrar al público, "pues la mucha tristeza mucho pecado origina", por lo que, anuncia, intercalará algunas burlas; pero también deseaba que "se meditase su esencia". Esencia, propósitos que han sido muy discutidos. "Clérigo libertino", para algunos, hombre de buena fe que trata de moralizar, según otros.

Tú, Señor e Dios mió, que al ome formeste,enforma e ayuda a mí, tu arçipreste,/que pueda fazer libro de buen amor aqueste,/que los cuerpos alegre e a las almas preste

Es decir, que sea de provecho.
Una figura curiosa es Anselm Turmeda (1352-1423), mallorquín, primero fraile y luego apóstata. Escribió en árabe y en catalán. Disputa de l'ase ("Disputa del asno") es una obra muy animada.
Don Sem Tob de Carrión fue un judío del siglo XIV cuyos Proverbios morales están teñidos de la tristeza derivada de su condición de hebreo:

Nin vale el açor menos/porque en vil nido siga,/nin los enxemplos (consejos) buenos/porque judío los diga.

En el Rimado de Palacio de don Pero López de Ayala (1332-1407), obra variopinta escrita en gran parte en la antigua cuaderna vía, aparece por vez primera el verso de arte mayor.
A caballo entre dos siglos está el valenciano Ausias March (1397-1459), cuya obra poética estuvo influida por la tradición trovadoresca y por Petrarca. Cants d'amor, Cants espirituals, Cants morals son obras que muestran la profundidad de pensamiento y la finura de este gran poeta que siguió el camino abierto por el genial Llull. Camino que, en lo medieval y catalán, cierra March.
Señalemos aquí el Cancionero de Stúñiga (1458) en el que se recoge la producción de los poetas de la corte de Alfonso V de Aragón.
Del lado de la lírica gallega, la última figura del período medieval es Juan Rodríguez de la Cámara o del Padrón, autor de poemas trovadorescos y que escribió en gallego y en castellano.
Enterado de las nuevas maneras de hacer italianas, don Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana (1398-1458), ha sido calificado de "poeta provenzal". Su producción está, en efecto, muchas veces en la más pura linea de la lírica antigua. Son estas obras las Canciones y Dezires y las graciosas Serranillas:

Moçuela de Bores,/allá do la Lama, /púsome en amores./.../E fueron las flores/de cabe Espinama/los encubridores.

Gómez Manrique (14127-1490?), tío del también poeta Jorge, fue autor de un Cancionero de aire trovadoresco, así como de la última producción poética en lengua gallega de la Edad Media. Su sobrino (1440-1479) siguió apegado en numerosas obras al tipo trovadoresco, lo mismo que otros muchos poetas. La savia medieval siguió dando vigor a los frutos poéticos españoles durante mucho tiempo aún. Muchos poetas adscritos cronológicamente al Renacimiento siguieron inmersos, por sus temas y su estilo, en plena lírica medieval.
Cerraremos este breve panorama de la poesía medieval española con el nombre de Juan del Enzina (1468-1529), autor dramático, poeta y músico. En su obra lírica se complació en recrear los temas tradicionales, villancicos, romances, etc., siendo fiel al sentimiento religioso, siempre presente en la poesía española.

¿A quién debo yo llamar/vida mía./sino a ti, Virgen María?/Todos te deben servir,/virgen y madre de Dios,/que siempre ruegas por nos/y tú nos haces vivir.¡Nunca me verán decir vida míajsino a ti, Virgen María.


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