Poesía
medieval en España
La poesía
medieval en España se vehiculizó a través
de todas las lenguas romances que fueron surgiendo a partir del
tronco común latino: castellano, gallego-portugués
y catalán.
Todas fueron
utilizadas por los poetas como vehículo de sus sentimientos.
Junto a los cristianos hay que mencionar a los árabes y
hebreos.
El primer
poeta de nombre conocido y el mejor representante del mester
de clerecía (la poesía culta, en contraposición
al mester de juglaría} es Gonzalo de Berceo
(1180-1246), quien quería hacer una prosa en lengua vulgar,
inteligible, la que, humilde, creía que bien valdría
"un vaso de bon vino". Como más tarde las de
Alfonso X, sus.obras (Los miraclos de Nuestra Señora y
las vidas de santos) transpiran fervor religioso. La lengua castellana
estaba ya madura literariamente.
Galicia
y Portugal daban igualmente hermosos frutos, muchos recogidos
en los Cancioneiros (Ajuda, Vaticano, Lisboa). Poetas notables
fueron Mendiño, Martín Codax, Don Diniz y Payo Gómez
Chariño.
Pero la figura
más alta de la lírica galaicoportuguesa es el rey
don Alfonso X el Sabio. (1221-1284). Su Libro de las Cantigas
de Santa María es el mayor monumento de la literatura gallega
medieval. Comprende 420 canciones en las que el autor relata milagros
de la Virgen a la que ensalza fervorosamente. Su intención
la expresa así
E o que quero e dizer loor/da Virgen, Madre de nostro Sennor, "la mejor cosa que Él hizo".
La lengua
catalana se independizaba del provenzal gracias a la labor de Ramón
Llull (1235-1315), quien empezó siendo trovador. Luego
se entregó a la conversión de los infieles (Lo monestir
de Miramar/fiu a frares menors donar/per sarraïns a preïcar:
"El monasterio de Miramar/a los frailes menores hice dar/para
a los sarracenos predicar.") Por supuesto que junto a esta
figura excelsa había otras como Cerverí de Girona,
etc., más dentro de lo provenzal, de lo trovadoresco.
Ya en el siglo XIV surge una gran figura de la poesía castellana, Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Su obra, Libro de Buen Amor, redactada por primera vez en 1330 -hay otra redacción posterior- es una de las cimas de la literatura medieval española. Es heterogénea en cuanto a los elementos que la componen, llena de humorismo, satírica, realista, vivaz y de aire popular. El autor pretendía alegrar al público, "pues la mucha tristeza mucho pecado origina", por lo que, anuncia, intercalará algunas burlas; pero también deseaba que "se meditase su esencia". Esencia, propósitos que han sido muy discutidos. "Clérigo libertino", para algunos, hombre de buena fe que trata de moralizar, según otros.
Ya en el siglo XIV surge una gran figura de la poesía castellana, Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Su obra, Libro de Buen Amor, redactada por primera vez en 1330 -hay otra redacción posterior- es una de las cimas de la literatura medieval española. Es heterogénea en cuanto a los elementos que la componen, llena de humorismo, satírica, realista, vivaz y de aire popular. El autor pretendía alegrar al público, "pues la mucha tristeza mucho pecado origina", por lo que, anuncia, intercalará algunas burlas; pero también deseaba que "se meditase su esencia". Esencia, propósitos que han sido muy discutidos. "Clérigo libertino", para algunos, hombre de buena fe que trata de moralizar, según otros.
Tú, Señor e Dios mió, que al ome formeste,enforma e ayuda a mí, tu arçipreste,/que pueda fazer libro de buen amor aqueste,/que los cuerpos alegre e a las almas preste
Es decir,
que sea de provecho.
Una figura curiosa es Anselm Turmeda (1352-1423), mallorquín, primero fraile y luego apóstata. Escribió en árabe y en catalán. Disputa de l'ase ("Disputa del asno") es una obra muy animada.
Don Sem Tob de Carrión fue un judío del siglo XIV cuyos Proverbios morales están teñidos de la tristeza derivada de su condición de hebreo:
Una figura curiosa es Anselm Turmeda (1352-1423), mallorquín, primero fraile y luego apóstata. Escribió en árabe y en catalán. Disputa de l'ase ("Disputa del asno") es una obra muy animada.
Don Sem Tob de Carrión fue un judío del siglo XIV cuyos Proverbios morales están teñidos de la tristeza derivada de su condición de hebreo:
Nin vale el açor menos/porque en vil nido siga,/nin los enxemplos (consejos) buenos/porque judío los diga.
En el Rimado de Palacio
de don Pero López de Ayala (1332-1407), obra variopinta
escrita en gran parte en la antigua cuaderna vía, aparece
por vez primera el verso de arte mayor.
A caballo entre dos siglos está el valenciano Ausias March (1397-1459), cuya obra poética estuvo influida por la tradición trovadoresca y por Petrarca. Cants d'amor, Cants espirituals, Cants morals son obras que muestran la profundidad de pensamiento y la finura de este gran poeta que siguió el camino abierto por el genial Llull. Camino que, en lo medieval y catalán, cierra March.
Señalemos aquí el Cancionero de Stúñiga (1458) en el que se recoge la producción de los poetas de la corte de Alfonso V de Aragón.
Del lado de la lírica gallega, la última figura del período medieval es Juan Rodríguez de la Cámara o del Padrón, autor de poemas trovadorescos y que escribió en gallego y en castellano.
Enterado de las nuevas maneras de hacer italianas, don Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana (1398-1458), ha sido calificado de "poeta provenzal". Su producción está, en efecto, muchas veces en la más pura linea de la lírica antigua. Son estas obras las Canciones y Dezires y las graciosas Serranillas:
A caballo entre dos siglos está el valenciano Ausias March (1397-1459), cuya obra poética estuvo influida por la tradición trovadoresca y por Petrarca. Cants d'amor, Cants espirituals, Cants morals son obras que muestran la profundidad de pensamiento y la finura de este gran poeta que siguió el camino abierto por el genial Llull. Camino que, en lo medieval y catalán, cierra March.
Señalemos aquí el Cancionero de Stúñiga (1458) en el que se recoge la producción de los poetas de la corte de Alfonso V de Aragón.
Del lado de la lírica gallega, la última figura del período medieval es Juan Rodríguez de la Cámara o del Padrón, autor de poemas trovadorescos y que escribió en gallego y en castellano.
Enterado de las nuevas maneras de hacer italianas, don Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana (1398-1458), ha sido calificado de "poeta provenzal". Su producción está, en efecto, muchas veces en la más pura linea de la lírica antigua. Son estas obras las Canciones y Dezires y las graciosas Serranillas:
Moçuela de Bores,/allá do la Lama, /púsome en amores./.../E fueron las flores/de cabe Espinama/los encubridores.
Gómez Manrique
(14127-1490?), tío del también poeta Jorge, fue
autor de un Cancionero de aire trovadoresco, así como de
la última producción poética en lengua gallega
de la Edad Media. Su sobrino (1440-1479) siguió apegado
en numerosas obras al tipo trovadoresco, lo mismo que otros muchos
poetas. La savia medieval siguió dando vigor a los frutos
poéticos españoles durante mucho tiempo aún.
Muchos poetas adscritos cronológicamente al Renacimiento
siguieron inmersos, por sus temas y su estilo, en plena lírica
medieval.
Cerraremos este breve panorama de la poesía medieval española con el nombre de Juan del Enzina (1468-1529), autor dramático, poeta y músico. En su obra lírica se complació en recrear los temas tradicionales, villancicos, romances, etc., siendo fiel al sentimiento religioso, siempre presente en la poesía española.
Cerraremos este breve panorama de la poesía medieval española con el nombre de Juan del Enzina (1468-1529), autor dramático, poeta y músico. En su obra lírica se complació en recrear los temas tradicionales, villancicos, romances, etc., siendo fiel al sentimiento religioso, siempre presente en la poesía española.
¿A quién debo yo llamar/vida mía./sino a ti, Virgen María?/Todos te deben servir,/virgen y madre de Dios,/que siempre ruegas por nos/y tú nos haces vivir.¡Nunca me verán decir vida míajsino a ti, Virgen María.
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