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viernes, 11 de octubre de 2013

LA ORACIÓN

 La oración es el constituyente sintáctico más pequeño, capaz de realizar un enunciado o expresar el contenido de una proposición lógica, un mandato, una petición, una pregunta o, en general, un acto locativo que incluya algún tipo de predicación. Se diferencia de las frases en su completud descriptiva. A veces se usa el término cláusula para designar un constituyente sintáctico con estructura oracional, pero dependiente sin tácticamente de otra unidad mayor careciendo también de independencia semántica, o fonológica. Esta falta de autonomía es la principal diferencia respecto de la oración, unidad completa e independiente, ya que la cláusula necesita relacionarse con otras cláusulas dentro de la oración principal.
Una definición tradicional es «La oración es la palabra o conjunto de palabras que tiene sentido completo y autonomía sintáctica» que aunque es imprecisa, trata de reflejar el hecho de que la oración pragmáticamente es el fragmento más pequeño del discurso que comunica una idea completa y posee independencia (es decir, podría sacarse del contexto y seguir comunicando). Debe tenerse presente que técnicamente los términos enunciado, proposición y oración no son sinónimos, ya que el primero se refiere a aspectos pragmáticos, el segundo lógicos y semánticos y el último puramente gramaticales. Fonológica mente las oraciones están delimitadas prosódica mente por pausas y gráficamente por comas o puntos. En las escuelas formalistas, es la unidad de análisis fundamental.
 El concepto de «oración» es paradójica mente uno de los que más revisiones ha sufrido en los modelos gramaticales desde la aparición de la lingüística moderna y en particular la moderna teoría de la sintaxis. Tradicionalmente los gramáticos trataron la oración como una unión de "sujeto + predicado"
Sentence 01.png
pero ese análisis semántica mente simplista ha sido abandonado en sintaxis moderna, entre otras cosas porque no aclara la estructura interna, no permite hacer generalizaciones interesantes y parece ignorar las evidencias que llevaron a la hipótesis de excentricidad generalizada. Además el esquema "sujeto + predicado" no puede explicar oraciones interrogativas como:
(1) ¿Qué se ha comprado María esta tarde?
Porque en ella la estructura claramente es más complicada, y el sujeto está rodeado de constituyentes sintácticos que la gramática tradicional considera parte del predicado. Tampoco la relación entre una oración en voz activa y en voz pasiva queda capturada por una atribución convencional al sujeto y al predicado:
(2a) [Juan] [besó [a María]]
(2b) [María] [fue besada [(por Juan)]]
El análisis sujeto predicado simple no puede aclarar porqué en (2a) María es parte del predicado, pero en la oración (2b) que tienen el mismo contenido proposicional es el sujeto, sin recurrir a argumentos circulares.
Los primeros análisis sintácticos en términos de constituyentes inmediatos de Leonard Bloomfield trataron la oración como una construcción excéntrica en la que ninguno de los dos constituyentes básicos en sintagma nominal sujeto y la frase verbal eran el núcleo principal de la misma, y ambos digamos constituían elementos jerárquicos del mismo nivel. En el modelo de Noam Chomsky de 19861 por el contrario el sujeto se trataba como el especificado de un sintagma de tiempo:
Sentence 02.png
Este sintagma de tiempo sería una categoría funcional cuyo núcleo sería la inflexión de tiempo normalmente asociada a un verbo léxico conjugado a un [verbo auxiliar]. Además este análisis respalda la hipótesis de excentricidad generalizada.
En cambio en el análisis del funcionalismo lingüístico no existe una definición formal de oración, sino que existen patrones recurrentes fonológicos, sintácticos y semánticos que permiten definir prototipos de oración, ver más abajo.

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