INTELIGENCIA, CONOCIMIENTO Y SABIDURÍA
Según la Real Academia de la Lengua, Conocimiento se define como
entendimiento, inteligencia, razón natural; Inteligencia es la capacidad
de entender, comprender y resolver problemas y Sabiduría es el grado
más alto del conocimiento, conducta prudente en la vida o en los
negocios. Estos tres conceptos a veces se entrelazan, dando lugar a
discrepancias, pero difieren entre sí. Veamos…
El conocimiento es por
un lado, el estado de conocer algo y por otra parte, los contenidos que
forman parte del patrimonio cultural del hombre, mediante la
experiencia, la observación o el estudio. Sin duda, las ciencias
constituyen uno de los principales tipos de conocimiento, que son a su
vez el resultado de la investigación. También hay conocimiento de un
oficio, un arte, una habilidad o una información específica, los cuales
se adquieren mediante procesos cognitivos: percepción, memoria,
experiencia, razonamiento, enseñanza, aprendizaje, encuestas y otros
métodos más sofisticados, que adquieren, preservan y trasmiten los
saberes, especialmente a través del lenguaje.
Tener conocimiento
sobre el mundo, genera poder. Este puede provenir de diferentes fuentes:
Intuición, aprendizaje, experiencia, tradición, autoridad, ciencia,
etc. En la sociedad contemporánea, procede también de la tecnología de
las autopistas de comunicación.
Por otra parte, la palabra
Inteligencia —introducida inicialmente por Cicerón— es de origen latino.
Intelligentĭa, que proviene de inteligere, término compuesto de intus
"entre" y legere "escoger", por lo que, etimológicamente, inteligente es
quien sabe escoger o sabe entender, asimilar, elaborar información,
utilizarla adecuadamente y tener la capacidad para almacenarla. Podría
definirse inteligencia, como la capacidad mental para razonar, planear,
resolver problemas, pensar de forma abstracta, y tener la
comprensión-aprendizaje de nuestro entorno. Hay varias formas: la
lingüística, la matemática, la musical, la espacial, la emocional, etc. A
pesar de la gran variedad de conceptos que surgen en torno al término
inteligencia, el más influyente, cuando se trata de evaluarla, es el
cociente intelectual de los individuos, calculado en los test
psicométricos.
El desarrollo de la inteligencia es influenciado por
factores hereditarios, biológicos, ambientales, de educación, motivación
y salud del ser humano y va más allá del poder de elaborar información y
utilizarla debidamente, —actividad que también es realizada por
animales y ordenadores—; el ser humano, desarrolla además, la capacidad
de iniciar, dirigir y controlar actividades mentales, como ocurre con
nuestra atención y con el aprendizaje, que deja de ser automático para
dirigirlo hacia objetivos específicos.
El neurofisiólogo Roger Sperry
en sus trabajos demostró que nuestros dos hemisferios cerebrales se
nutren de las mismas informaciones básicas, pero que se procesan
diferentes. Cada uno tiene por predisposición genética un hemisferio
dominante. El izquierdo domina aspectos como el lenguaje, la solución de
problemas lógicos y el pensamiento analítico; mientras que en el
derecho se destaca la comprensión espacial, musical, el dibujo y las
artes en general. La doctora Jill Bolte, neuróloga y científica, tuvo la
hermosa oportunidad de estudiar el cerebro “desde adentro” por medio de
un accidente cerebral que le llevo muchos años recuperarse, pero
durante ese tiempo sus estudios la llevaron a conclusiones muy
interesantes, plasmadas en el siguiente video.
La inteligencia
emocional, según Goleman "es la capacidad para reconocer sentimientos en
sí mismo y en otros, siendo hábil para gerenciarlos”. Para mi concepto,
esta se acerca más a la sabiduría, porque aquel que sabe manejar sus
emociones, es una persona competitiva, saludable, serena, sincera,
sencilla, simpática, servicial y sinérgica, condiciones que conllevan a
hacer al hombre feliz. He conocido algunas personas muy inteligentes,
pero que son incapaces por ejemplo de manejar una adicción. Algunos
inteligentes con conocimientos pueden ser arrogantes —se las saben todas
y se creen infalibles— y eso demuestra falta de sabiduría.
La
sabiduría es un atributo del ser humano, que le permite tomar decisiones
equilibradas, tener el juicio y entendimiento para resolver problemas,
evitar o impedir peligros, alcanzar ciertas metas y aconsejar a otros.
La sabiduría toma sus referencias de lo vivido, que ha de haberse
experimentado con bastante frecuencia o intensidad como para que se
mantenga en nuestro recuerdo y se inserte en los esquemas de
preservación de la vida.
El nombre sabiduría viene del latín
sapientia y del griego sofía; sofía viene de la raíz sof: tener sabor o
gusto. La palabra en sus orígenes significaba saborear, gustar de la
verdad. Es considerada como un rasgo que puede ser desarrollado por la
práctica, pero no enseñada y puede ser sinónimo de prudencia y sentido
común. Algunos consideran la sabiduría como una cualidad que incluso un
niño puede poseer, como también alguien sin educación formal. La cultura
contemporánea limita la importancia de la sabiduría y de la intuición y
es reconocido como virtud, solo en ambientes culturales, filosóficos y
religiosos.
Para obtener la sabiduría es necesario desearla, y su
inspiración es elevada, así pues puede haber hombres sabios que no
tengan gran cultura y hombres cultos que no tengan sabiduría. El
discernimiento y la intuición, añaden fuerza a la sabiduría.
Por
otro lado, la sabiduría se encuentra esbozada en la conducta de los
animales, según descubrimiento del sabio Rey Agur: “Hay cuatro cosas en
el mundo que a pesar de ser pequeñas son más sabias que los sabios: Las
hormigas, insectos muy pequeños que guardan comida en el verano, para
tener suficiente en el invierno; los tejones, animalitos que por ser
indefensos hacen sus cuevas entre las rocas; los saltamontes, que aunque
no tienen comandante son tan ordenados y disciplinados como un
ejército, y las lagartijas, que son fáciles de atrapar pero viven libres
en los palacios” (Pr 30.24-28).
El rey Salomón, hijo del Rey David,
fue conocido por su gran prudencia y sabiduría, porque a pesar de su
grandeza contempló su pequeñez, ante la gloria de Dios. Algunos se
refieren a ella, como el conocimiento sobre Dios. "La sabiduría es un
conocimiento espiritual supremo"... “El don de sabiduría es un hábito
operativo sobrenatural infundido por Dios en el alma”. Hubo un hombre
sabio, Jesús, el Cristo —si es que es lícito llamarlo hombre, pues era
un hacedor de milagros—, un gran maestro, que los hombres recibían con
agrado la verdad que les enseñaba. Atrajo con esa sapiencia a muchos
judíos y gentiles, desde temprana edad.
OSHO dice: “Ser sabio
significa realizar algo en tu interior; primero tienes que
experimentarlo en la más profunda esencia de tu ser, sintiendo el latido
de la vida, porque esa es la puerta más cercana a la consciencia
universal y después conocerla fuera de ti. Recuerda: el sabio no acumula
conocimientos, su sabiduría es espontánea. El conocimiento siempre
pertenece al pasado, la sabiduría al presente. El conocimiento satisface
al ego; la sabiduría destruye al ego por completo. Por eso la gente
busca el conocimiento. Es raro encontrar un buscador que esté
comprometido con la sabiduría y no esté interesado en el conocimiento.
Conocimiento significa tener teorías sobre la verdad; sabiduría es la
verdad en sí. El conocimiento se adquiere de segunda mano; la sabiduría
es de primera. Cuando la muerte llama, derriba por completo toda la
estructura de conocimiento que has edificado a tu alrededor y con la
consciencia de que toda la vida ha sido un desperdicio. La sabiduría es
un fenómeno totalmente distinto. Es experiencia, no creencia. Es una
experiencia existencial, no es una referencia. Lo esencial es eterno”.
Citas sobre la sabiduría:
"El principio de la sabiduría es el temor a Dios.", Salomón
"Sólo sé que no sé nada.", Sócrates
"La mayor sabiduría que existe es conocerse a uno mismo." Galileo
“El conocimiento es poder, pero sólo la sabiduría es libertad." Will Durrant
"La sabiduría no es un producto de la educación sino de toda una vida por adquirirla.", Einstein
“El idiota grita, el inteligente opina y el sabio calla”. Refrán popular
“El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona”. Aristóteles
“Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano”. Isaac Newton
“El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él”. Proverbio chino
“El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho”. Shakespeare
Salud y vida!
Oropéndola